diumenge, 19 de gener del 2014

Puc prometre i prometo

Puedo prometer y prometo
Mis años con Adolfo Suárez
Fernando Onega

He llegit el llibre amb la facilitat que dona la pluma d'en Onega. No se sí ho veureu igual que jo pero us adjunto fragments que em plantegen similituds entre la transició d'Espanya i la situació actual de Catalunya. Vosaltres em direu?

Impovisador?  Es cierto que tenía una enorme capacidad de apuesta y riesgo. Se puede decir que era un apostador de casino con suerte y con algo muy importante a su favor: la gente deseaba que aquello saliera bien. Yo nunca lo he visto como un calculador y sesudo, sino como un político de empuje, siempre dispuesto a tirar p'alante. Creo que improvisó mucho. Hoy, en 2013, lo hubiéramos puesto a parir.

Su palabra talismán era "dignidad". Aspiraba a la dignidad del Estado. No soportaba que se pusiera en duda la dignidad de las instituciones, empezando por la que el representaba.

"Después de haber trabajado tanto con el, codo a codo,  apreció su lealtad, su franqueza, su forma de decir las cosas sin rodeos. Ha sido un gran servidor de España, y no siempre fue bien entendido. ha sido fiel a uno de sus principios: tomar en cada momento las decisiones que había que tomar".

"Iniciemos la senda nacional de hacer posible el entendimiento por vías pacíficas; este pueblo nos pide que acomodemos el derecho a la realidad; hagamos posible la paz civil por la vía del diálogo; todo el pluralismo social dentro de las instituciones representativas; vamos a elevar a la categoría política de normal lo que a nivel de calle es simplemente normal".

Las claves humanas del éxito del proceso han consistido en contar con un presidente lleno de entusiasmo y empeño por triunfar en la operación.

Lo que ocurrió fue que ese país pensaba en la economía, desde luego, pero no era en ese momento su principal inquietud. En ese momento se concentraba en el sueño de sacar adelante su aventura de libertad.

Refuerza la reclamación de autonomía y dispara el siguiente dispositivo en muchos lugares de España: si los catalanes lo piden (autonomía) con tanta insistencia, malo no debe ser. 

Gano la tesis autonomista en todas las provincias (Andalucía), menos en Almería, pero el poder central tuvo que actuar como sí en Almería hubiera ganado también para evitar males mayores.

Ante cada una  de las novedades que se incorporaban al texto (constitución)  tenía una obsesión: esto funciona?

Entro en la presidencia del gobierno con algo de distancia, incluso con algo de cinismo, y se transformó por pura convicción del papel histórico que tenía. Posiblemente fue el político español que más creyó en lo que hacía, y en eso se notaba en su entusiasmo.

Durante muchos años he citado la anécdota personal como una demostración de como y cuanto hubo que improvisar, hasta en el punto  de llegar al primer Consejo de Ministros sin un redactor de base ni un esquema de objetivos. 

Aprendió a valorar más al Estado que a la propia vid; sabía que la dignidad importa más que su propia persona. Tenía un altísimo sentido de la dignidad.

La sociedad española reclamaba a los poderes públicos: " había que encontrar para todos los problemas urgente y adecuada solución" 

I n'hi han moltes mes. Entre d'altres la reflexió sobre la poca valoració que donem als politics i el seu nul reconeixement a tot el que ha arribat a fer.