ES DRAMÁTICO quedarse encallado en amores que ya sabes que nunca podrán ser. Dices que es tu mejor amiga y que todo os lo contáis. Dices que forma parte del continuo de tu vida y que sin ella no te sabrías entender. Pero sin la pasión que todo lo desencadena lo demás es inútil y frustrante, y no sólo pereces una y otra vez contra lo inalcanzable sino que cualquier otra chica te parece menor y vas quedándote solo y amargado, incapaz de recibir amor y de darlo.
A veces hay que huir, aunque seas débil y recaigas y tengas que empezar de nuevo contra todos sus fantasmas. La atracción del amor que no pudo ser es más potente que la muerte con todos sus imanes. Si no escapas a tiempo acabarás seco por dentro, yermo; y sombrío, y desquiciado, con el gusto de vivir agotado, sin resortes para la felicidad, y con ella sonriéndote igual de lejos que en el primer instante. Ese primer instante en que conociste el vértigo y en lugar de recular y salvarte saltaste al vacío y ahora tu vida es sólo caer.
Nada hay más sexy que autodestruirse hasta acabar con lo más íntimo de ti mismo. Nada hay más placentero que darle rienda suelta a la muerte y dejar que nos lleve. Caer es la única estética, no te lo niego. Después del sueño de estar cayendo gritando su nombre, éstas son las raíces del ritmo, y las raíces del ritmo permanecen.
Tus días se derrumban en la noche aterciopelada. La mano abierta del deseo lo quiere todo. Quiere el mullido suelo del verano y la oscuridad revuelta de su pelo. He vivido como tú y tengo que admitir que fue bello, pero a veces ni la música puede sustituir a las lágrimas.
Nunca podrás olvidarla y una parte de ti estará siempre e inútilmente esperándola. En ella pensarás cuando el gótico falso de tantas damas no consiga motivarte. Su fantasma te acompañará a todas partes como el sonido de un tren en la distancia.
Yo conseguí huir porque soy en el fondo un gran cobarde. Si decides quedarte estoy convencido de que sabrás mejor que nadie embellecer el descalabro y que el final será digno de ti, épico y deslumbrante. Eres un tipo con clase. Pero no dudes ni por un instante de que acabará contigo de la forma más horrible y descarnada, y que los cadáveres no van a los restaurantes.
Salvador Sostres
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